RESIDENCIA

Mi casa es desordenada como yo

pero respira.

Como  los pensamientos para sobrevivir

mi casa tiene sus códigos

las cosas pequeñas no  se pierden

y las grandes, se ven (entonces no  me preocupan).

Mi casa puede recibir a muchos y  muchas

(y muches, si es que esa palabra existe)

pero todos los que entran

no pueden fijarse en cosas obvias

sino admirar algo que los toque

y  no  tener miedo  de plantas grandes.

Mi casa es un espacio planetário

como  cualquier casa

y hay que darse cuenta que en ella

a veces mandan los objetos (los libros,

las llaves, las ventanas...)

y a veces, mis antojos.

Mi casa es un refugio

un estudio, casi una selva.

Tiene muchos defectos como yo

pero de a poco los va conociendo.

Su memoria guarda muchas cosas,

tal vez demasiado. Puede ser.

Las cosas que guarda mi  casa

se esconden de las visitas.

No por vergüenza ni  miedo

sino por querer seguir intactas.

Son partes de momentos vivos

que laten como un corazón.

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