Las Aventuras del gato Blink
Todos los días, Blink me da el placer de su compañía por más o menos una hora, que más allá de su felicidad se revierte en un encuentro conmigo misma.
Cuando retorno del trabajo, ¡Blink está a mi espera! Y mientras entro, él aprovecha la puerta entreabierta y se dirige al ascensor y allí permanece a la espera de mi compañía para bajar con él. Llamo al elevador, él espera a que yo entre para que él se sienta seguro.
En el primer piso, él se deleita en el césped, experimenta el néctar de los tallos de las plantas, aprecia las mariposas, el sonido de los grillos y venera las palomas sobrevolando.
El momento que lo saca de su seriedad, es cuando surge de la nada, en forma de relámpago, un gato de matorral, o mejor dicho, de calle, atrevido, endemoniado y ágil. Él reacciona como un aprendiz o maestro del arte de la guerra en la enseñanza de cómo lidiar con el enemigo.
Blink es un gran compañero, que me da la oportunidad de hacerlo feliz y ser feliz en mi y en su compañía. ¡Es un momento sin igual!
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