PANDEMIA
Mis pies me piden para correr, caminar afuera, tropezar, cualquier cosa que no sea dar psaitos dentro de casa. Y todos los días les tengo que recordar que ahora, no se puede. Mi gato ya se está olvidando de que existe algo con gente y bichos del lado de afuera de la puerta del apartamento: parece que si abriera la puerta, ya no sabe lo que es salir.
Es que esto parece un extraño momento inacabado, como un sueño que se repite todos los días, hasta que se pierde la noción de pasaje de las horas, de los días, de los meses.
Mi cuerpo entiende obligado la necesidad de respirar aqui adentro.
Hace cinco meses que no camino por la calle. Mi gato tampoco.
Me dio mucha lástima el día de la semana pasada (qué importa si fue lunes, martes, domingo…) en que me arriesgué hasta la entrada del edificio, de máscara y debidamente camuflada hasta la cabeza, para agarrar unos libros que habían llegado hacía más de una semana: cuando abri la puerta, el gato (Violeta se llama, pero es “masculino”) no hizo la mínima maniobra para salir afuera...si hubiera sido hace unos meses, saldría corriendo para tratar de ir para afuera… Me dio mucha lástima : se estará olvidando del mundo? Se está encortando la memoria de lo que existe del lado de allá de la puerta? Si, está…
Qué le estará pasando a mi cerebro, me pregunto, que hace ciento cincuenta días que se estimula apenas con lo que yo le doy, aqui adentro?
Ojalá que mis pensamientos sigan viajando, corriendo, conociendo gente, mirando los árboles y sintiendo el viento- porque esta materia en mi cabeza no puede fallarme, tiene que aguantar y aguantar, porque existir es el gran milagro, el perfecto accidente que agarramos al nacer, y tiene que aguantar porque la felicidad no puede asegurarse sin el contato de la diversidad del universo.
Así pretendo resistir, como tantos, contradiciendo genocidas que mienten a la gente que no tiene oportunidad de guardarse como yo. Así, aunque tenga que convivir con mis fantasmas de forma más cercana y tenga que admitir que preciso de ellos (para reirme “sola”, cantar, hacer cosas considerando sus presencias…)...así seguiré hasta que cambien las cosas a favor de los ciudadanos comunes como uno, vaya a saber cómo: vacuna? Lo más probable...Ciencia, seguramente. Ojalá que salgamos de esta con nuevos corazones y cerebros dispuestos, y que paren de una vez de morirse los inocentes.
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