Nací cuando era muy chico, en un lugar de la Patagonia muy frío, tan frío que nací vestido con ropa de lana, lo que obligó al médico a utilizar agujas de tejer para sacarme. Y en lugar de un pan, traía una estufa a cuarzo bajo el brazo, que inmediatamente conectaron, para entrar en calor.
Apenas nací un médico me dio una palmada, y desde entonces por cualquier cosa recibo una palmada.
Mi madre estaba presente, porque hubiera sido muy complicado nacer sin ella, sobre todo porque en esa época solo tomaba la teta, y en eso mi viejo no logró nunca ayudarme.
Al tiempo, mis viejos se radicaron en Córdoba, y me trajeron con ellos porque consideraban que, con cuatro meses de edad, no tenía la madurez suficiente para vivir solo, madurez que aún hoy no he conseguido.
Mi vieja fue docente. Mi viejo, también. ¡Llenaba cuadernos y cuadernos con cada palabra que escribía con errores ortográficos!
Con el tiempo y la comida crecí y tuve un hermano y una hermana. En realidad los tuvo mi madre, no yo.
Al nacer ellos pude compartir toda mi dicha familiar, como la severidad de mi viejo y los rezongos de mi vieja, por alguna pequeña travesura que ellos no entendían.
Mi esposa es mujer. Por suerte. Porque si fuera hombre yo estaría muy confundido. O tendría que ser mujer, porque alguno de los dos debió parir los tres hijos que tenemos.
Y seguí disfrutando de los rezongos, esta vez de mi señora, también por alguna pequeña travesura que ella tampoco entendía, como salir a comer un asado con los amigos y volver al otro día, un poco alegre.
¿Y mis hijos?. Dos varones y una nena. La razón de mi vida.
¡Cómo disfruto de ellos cuando se llevan el auto y me lo traen con un guardabarros abollado! O cuando me piden hasta el último centavo para salir y me quedo con mi esposa, sin otra cosa que hacer que ver algo en la educativa televisión.
He escuchado estas quejas miles de veces, de sufridos padres de familia, pero...
Quién puede desear una familia distinta, si la que tengo logró que mi vida fuera realmente entretenida, logró que fuera lo que soy.
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