En tanto con la ternura herida,
Mis pensamientos solitarios, sanguíneos
Iban de Galicia a la Havana,
Pasando por Argentina
En las noches frías de computadoras,
Exiliado de manos humanas en cyber-cafés,
Recibiendo en los periódicos las más sombrías noticias
De la tierra - tu ala porteña me encontraba
Por aquellos días que huían
Uno tras otro, como pájaros emigrantes.
Hiciste conmigo la alada crónica de la amistad,
Ese poema de fuerza infinita.
Con tus pasos, desde entonces vienes
Andando conmigo, mientras mi viaje prosigue
En los hielos silenciosos de las terminales,
En mis búsquedas de acertar el blanco
Cada día errante peregrino
Persisto, dejando en los sueños nocturnos
El único descanso , en el corazón la esperança
de que un día mis palabras encontrarán
Eco en el mundo, momento en que andaremos
Límpidos y puros
En una inmortal caminata por Plaza de Mayo,
En la tarde serena de Buenos Aires
Con olor a café que emanará de los bares...
Un día ya no habrá más apenas suelo, distancia, miedo.
Un día como niños, nos veremos.
Y del sudeste del Brasil, te saludo este tango profético!
Y reiremos juntos de Don Quijote, Don Juan y de los mitos melancólicos.
Y retornarán los días de ternura, rodeado de palomas.