Tu nombre, en las estrellas, está escrito,
y yo lo repito en la arena,
bebiendo su sonido, despacito,
va corriendo suavemente, por mis venas.
El viento acerca tus besos,
imaginando el color de tus labios,
quedando mi boca a la espera,
sin esperar nada a cambio.
La vertiente de vida de tu vientre,
recibió la semilla que dá vida,
en el pasado tiempo presente,
tu vida se repitió en vida.
El tiempo sigue cantando sus gotas,
caminando entre las hojas,
queda la senda no escrita,
y el sabor de tu boca, en mi boca.
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