¿A dónde miran tus ojos, a dónde,
cuando no estoy contigo?
¿Qué brisa acaricia tu piel,
qué atardecer, tu vestido?
¿Qué vacío encuentran tus manos,
que, de tan solas, ellas mueren de frío?
¿Porqué tanto te lastiman,
aquellos que deberían amarte,
condenándote al olvido?
¿Qué maldito castigo,
qué pecado has cometido,
si eres dulce como el cielo,
especial, sensible, brillante,
no caben otros adjetivos?
No debería la vida,
ensañarse ya contigo.
Solo rosas, solo pájaros,
tienen que bordar tu camino,
bajo una luna inmensa,
todo pintado de estrellas,
acompañando tus pasos
adonde quiera que fueras.
¿Porqué los pájaros callan?
¿Sabrán que yo no te olvido?
|